martes, septiembre 24, 2013

Como portada de Pink Floyd


Imagino que cuando alcanzamos cierta lucidez, paz o congruencia con nosotros mismos somos como la mancha de colores que se refleja en la pared cuando el rayo de luz atraviesa el prisma; y que "El Mundo" -esa simulación pensada por alguien más- es el velo que se empeña en cubrir estas cualidades que resultan de las experiencias físicas, mentales y "espirituales", por llamar de alguna manera a toda esa actividad interior que relacionamos con planos etéreos.

Y sí: pareciera que el mundo que conocemos todo lo nubla con su ruido, pretendiendo sustituir nuestras emociones, anhelos e inteligencia por engranajes, cableado y computadoras; manteniendo vigente ese antiquísimo sistema condicionado de recompensas y castigos. Poco es ya lo que cuestionamos y casi todo lo aceptamos. Tragamos sin masticar porque "no hay tiempo". Perdemos poco a poco la espontaneidad y el gusto por lo natural porque la tecnología lo estandariza todo. No hay tiempo para la contemplación. Menos cuando se necesita salir a ganarse unos pesos. Nos programan como robots desde niños para actuar de acuerdo a un patrón específico que, si no conocemos otro, hasta nos resulta cómodo y seguro, normal: "Es lo que hay porque no hay de otra".

Es como si viviéramos detrás de una cascada: del otro lado se ven los colores tal cual, pero la imagen del mundo está distorsionada. 

El mundo es la mancha de colores que se refleja a través de nosotros cuando alcanzamos la lucidez, no la simulación que creemos vivir. Es cuestión de cruzar al otro lado de la cascada. De atravesar el prisma.

3 comentarios:

Buho dijo...

Leiste lo ultimo que escribió Pepe Mujica? Aqui esta el audio... http://www.eldinamo.cl/2013/09/25/escucha-completo-el-discurso-del-presidente-pepe-mujica-en-las-naciones-unidas/

Monike dijo...

Vivimos tan aferrados a esta ficción social que cuando como por casualidad nos encontramos en ambientes que rompen con eso, ni siquiera nos damos por enterados, nos desesperamos y queremos volver de nuevo a la ficción del trabajo en el día a día, del tráfico, de la gente mal encarada, de los aparatejos que nos aíslan de los otros, de la rutina, de la programación y alienación diarias.
Yo trato, me esfuerzo mucho por encontrar espacios para una buena dosis de realidad, pero en esta ciudad tan caótica cada vez se vuelve más difícil.
Snif...
Un abrazo mi Guffo, a ver cuando nos echamos una platicadita ¿no?

E. Rossi dijo...

Un estado en donde las cosas que parecen difusas detrás de la cascada son protegidas por aguas heladas y cortantes. Saludos, buen post!