jueves, enero 10, 2008

La historia más triste, más feliz y más corta del mundo

Había una vez una niña que le gustaba mucho cantar y bailar. La pequeña soñaba con algún día salir en la tele...

Y lo logró: terminó como Interventora de la Secretaría de Gobernación y, una vez, el mismísimo Marco Antonio Regil la pasó al frente a validar un premio en Cien Mexicanos Dijeron.

¡SNIF! qué emoción...